Una vez ojeando unos escritos de la pensadora alemana-judía, Hanna Arendt, me encontré con sus apuntes a propósito de la distinción entre conocer y pensar. Sin tener el texo a mano, puesto que estoy en un cyber del barrio brasil, es decir, rodeado de gente que juega on line, algunos y algunas que chatean como yo, otros y otras que por ahí ven su página porno favorita, otros y otras en páginas que desde mi posición no puedo advertir ni pude hacerlo cuando fui al baño recien. Conocido el contexto en que escribo estas líneas vuelvo al tema que me convoca en este espacio: pensar y conocer. Conocer, en términos simples, es adquirir conocimientos que, por regla no son propios, es cultivarse, es asimilar sabidurías comprendidas tanto en los textos como en los diálogos y otras formas de transmitir esos conocimientos. Una persona de mucho conocimiento será aquella que almacene un buen volumen de conocimientos ajenos sobre los más variados temas. Dirán de esa persona que es una persona erudita, incluso "inteligente".
Sin embargo, es posible que esa persona no piense bien y tome decisiones equivocadas, desatinadas o, bien, incapaces de dar solución efectiva a ciertos problemas u obtáculos que se le presente o se le presente a los demás (donde sería convocado o convocada a solucionarlos). Pensar es otra cosa, es cuestionar el conocimiento, es remecerlo para saber sobre qué simientos se encuentra edificado. Mucha gente actúa sin pensar, sólo en consecuencia a un "conocimiento" adquirido para obrar así, como esas personas fanáticas, cerradas y obsesivas en el cumplimiento de tales "ideales". Pensar nos permite, por ejemplo, comprender (descubrir y deducir el contexto, motivaciones y factores que llevan a otras personas a actuar de otra manera), abrirnos a nuevos enfoques, abrirnos a cuestionar hasta nuestras propias convicciones.
Un conocer sin pensar lo que se conoce nos puede llevar, en consecuencia, a actuar como verdaderos programas computacionales, con ausencia total de autocrítica. El fanatismo ciego es una buena muestra de un conocer y actuar segun lo que se ha conocido sin pensar en los fundamentos y repercusiones de dicho conocer.
Sin embargo, es posible que esa persona no piense bien y tome decisiones equivocadas, desatinadas o, bien, incapaces de dar solución efectiva a ciertos problemas u obtáculos que se le presente o se le presente a los demás (donde sería convocado o convocada a solucionarlos). Pensar es otra cosa, es cuestionar el conocimiento, es remecerlo para saber sobre qué simientos se encuentra edificado. Mucha gente actúa sin pensar, sólo en consecuencia a un "conocimiento" adquirido para obrar así, como esas personas fanáticas, cerradas y obsesivas en el cumplimiento de tales "ideales". Pensar nos permite, por ejemplo, comprender (descubrir y deducir el contexto, motivaciones y factores que llevan a otras personas a actuar de otra manera), abrirnos a nuevos enfoques, abrirnos a cuestionar hasta nuestras propias convicciones.
Un conocer sin pensar lo que se conoce nos puede llevar, en consecuencia, a actuar como verdaderos programas computacionales, con ausencia total de autocrítica. El fanatismo ciego es una buena muestra de un conocer y actuar segun lo que se ha conocido sin pensar en los fundamentos y repercusiones de dicho conocer.
5 comentarios:
anda a trabajar mejor en vez de andar creando tanto grupo weon en facebook
beso chao
Ah eres amigo de ella jajajaja. te he visto xD¿?, escribes bien, pero es un escrito más critico que literario, me gusta si.
ah y eso de ir detras de un culo, es una parte del poema xD. a mi me gusta ams esa que dice J te aime y eso
escribe otroooo!!!! jojojojo yo he escrito mas, y tu escribes bien. ah y eso de ir detrasd eun culo (como ya lo dije)m jajajjaaj no es cualquier culo jajajajaaj xD
saludos
tanto tiempo mauricio, tanto tiempo
pfff lo logré!
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