martes, 26 de enero de 2010

Partícula invernal



Sali cuando la lluvia se había ido, sin aviso, dejando el pavimiento y las veredas humedecidas y distribuyendo espejitos de agua donde se reflejan los transeuntes y sus maquinas modernas..Caminé por entre la gente ansiosa de ebrideces, mirando, girando la cara, apurando el tranco sin saber porqué...Ingresé a un viejo bar, adentro estaba el que habla fuerte, la que mueve el poto al caminar, el que se las da de galan, el tímido que sólo sonríe, la que escucha con paciencia tanta tonera que de puro ebria siente que tiene gracia, siente que la cerveza embellece el espacio, a las personas y sus opioniones, que de lo contrario todo seria espantoso para alguien tan sensible e inteligente como ella...Ingreso y ahí me topo con un señor gigante, medio pelado que me miraba sonriendo y, de pronto, a pito de nada me pregunta: oye, ¿tú vendes tu pelo?...